13 de mayo, Fátima. Porque la madre sabe que a los hijos les cuesta ser generosos y sacrificarse, la Virgen aparece de vez en cuando y pone en nuestras manos y en nuestros corazones los misterios del Amor más grande. (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Nosotros somos limitados y nuestra forma de amar puede ser incompleta. Es decir, podemos poner medidas a nuestro amor para con el otro. Esto debilita la autenticidad del amor, pues disminuye la generosidad.
Amar generosamente significa medir nuestro amor según las necesidades de la persona que está a nuestro lado en el momento presente; significa hacer todo lo que nos gustaría que el otro nos hiciera en la misma situación.
Amar con generosidad es amar con el corazón de Dios. Es tener un amor extremo que, incluso en las pequeñas cosas, tiene la intención de estar dispuesto a dar la vida por los demás.
Amar generosamente es, en definitiva, dejar que el amor de Dios desborde de nuestro corazón e inunde el corazón de las personas a nuestro alrededor.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento