Empezando por la naturaleza que soy, alma y cuerpo, la salud, la vida... Concebido/a en el corazón de Dios, dotado/a de una dignidad infinita, miro el mundo con sobriedad y cuidado, no como objeto de uso y dominio. (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Francisco de Asís, a lo largo de su vida, alabó a Dios, agradeciendo por Sus criaturas. Llamó a todos hermanos y hermanas: al sol, a la luna y a las estrellas, al viento, al agua, al fuego, a todos los seres vivos y, finalmente, también a la muerte.
Que toda nuestra vida pueda ser un reflejo del Cántico de las Criaturas de nuestro amado hermano Francisco.
Que sepamos dialogar con Dios a través de la creación, descubriendo su amorosa presencia que se manifiesta de mil maneras: en la madre Tierra que nos sustenta, en nuestro hermano sol que nos calienta e ilumina y en todos los seres que alaban a Dios con el don de la vida.
Que aprendamos a alabar la grandiosidad y la belleza de Dios que está a nuestro alrededor y en todas las cosas.
Cuanto más lo alabamos en la creación, más Él se hace presente en nuestros corazones.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento