¿No es esa la conducta de los padres en relación a sus hijos? Quien vive un amor verdadero aprecia a la persona enferma, imposibilitada, anciana, o que se siente sola... como el imán que atrae la sensibilidad de su corazón. (Padre Manolo Morales o.s.a.)
No es casualidad que debamos tener preferencia por los necesitados. Jesús se identifica sobre todo con ellos.
Podemos reconocer la presencia de Jesús en cada prójimo que encontremos, en cualquier persona, pero preferentemente en los más necesitados.
Esta predilección nos lleva a estar en la presencia de Dios todo el tiempo. De hecho, es Él mismo quien viene a nuestro encuentro: en el pobre que llama a nuestra puerta, en el vagabundo que se acerca a nosotros pidiendo ayuda, en la persona desesperada que nos busca pidiendo asistencia, en el angustiado que quiere ser escuchado.
No faltan ocasiones a lo largo del día en las que podemos encontrar a alguien que tenga algún tipo de necesidad.
Acojamos a cada persona que se acerque a nosotros en este día, como si fuera el mismo Jesús.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento