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PALABRA DE VIDA MAYO 2024 «Quien no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es Amor» (1 Jn 4, 8).

La Primera Carta de Juan va dirigida a los cristianos de una comunidad de Asia Menor para alentarla a restablecer la comunión entre ellos, p...

miércoles, 27 de enero de 2021

ORACIONES

Oración de Chiara Lubich:

Te quiero
no porque he aprendido a decírtelo,
no porque el corazón
me sugiera esta palabra,
tampoco porque la fe
me haga creer que eres amor,
ni siquiera solamente
porque has muerto por mí.

Te quiero
porque has entrado en mi vida
más que el aire en mis pulmones,
más que la sangre en mis venas.
Has entrado
donde nadie podía entrar,
cuando nadie podía ayudarme,
cada vez que ninguno
podía consolarme.

Todos los días te he amado.
Todas las horas te he mirado
y en tu rostro
he leído la respuesta,
en tus palabras
la explicación,
en tu amor
la solución.

Te quiero
porque durante muchos años
has vivido conmigo
y yo
he vivido de Ti.
He vivido de tu ley
y no me había dado cuenta de ello.

Me he nutrido de ella,
me he robustecido,
me he repuesto
pero lo ignoraba,
como el niño que bebe de la madre
y todavía no sabe llamarla
con ese dulce nombre.

Concédeme estarte agradecida
-al menos un poco-
durante el tiempo que me quede,
por ese amor
que has volcado en mí,
y que me ha obligado
a decirte:
Te quiero

Padre nuestro

Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre, venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.

Ave María

Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Gloria

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en un principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.

Credo de los Apóstoles

Creo en Dios Padre todo poderoso, Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo; nació de Santa María Virgen.
Padeció bajo el poder de Poncio Pilatos; fue crucificado, muerto y sepultado.
Descendió a los infiernos; al tercer día resucitó de entre los muertos.
Subió a los cielos; está sentado a la derecha de Dios Padre todopoderoso.
Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos.
Creo en el Espíritu Santo.
La Santa Iglesia Católica; la comunión de los Santos.
El perdón de los pecados.
La resurrección de la carne.
La vida eterna. Amén.


Oración al Espíritu Santo

Ven Espíritu Santo
ayúdame a ser como Jesús,
dame luz para saber elegir,
amor para poder perdonar
y fuerza para poder cambiar.

Oración al Espíritu Santo

Ven Espíritu Divino,
manda tu luz desde el cielo,
Padre amoroso del pobre;
don en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.

Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma,
divina luz y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre
si Tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado
cuando no envías tu aliento.

Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas, infunde
calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus Siete Dones
según la fe de tus siervos.
Por tu bondad y tu gracia
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno.

Oración de San Francisco

Señor, haz de mi un instrumento de tu paz.

Que donde hay odio, yo ponga el amor.

Que donde hay ofensa, yo ponga el perdón.
Que donde hay discordia, yo ponga la unión.
Que donde hay error, yo ponga la verdad.
Que donde hay duda, yo ponga la Fe.
Que donde desesperación, yo ponga la esperanza.
Que donde hay tinieblas, yo ponga la luz.
Que donde hay tristeza, yo ponga la alegría.

Oh Señor, que yo no busque tanto ser consolado, cuanto consolar,

ser comprendido, cuanto comprender,
ser amado, cuanto amar.

Porque es dándose como se recibe,
es olvidándose de sí mismo como uno se encuentra a sí mismo,
es perdonando, como se es perdonado,
es muriendo como se resucita a la vida eterna.

Oración de San Ignacio de Loyola

Alma de Cristo, santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, lávame.
Pasión de Cristo, confórtame.
¡Oh, buen Jesús!, óyeme.
Dentro de tus llagas, escóndeme.
No permitas que me aparte de Ti.
Del maligno enemigo, defiéndeme.
En la hora de mi muerte, llámame.
Y mándame ir a Ti.
Para que con tus santos te alabe.
Por los siglos de los siglos.
Amén.

Santa Teresa de Jesús. Nada te turbe

Nada te turbe, nada te espante todo se pasa, 
Dios no se muda, la paciencia todo lo alcanza, 
quien a Dios tiene nada le falta sólo Dios basta.

La oración de cada  Miércoles de mes a San José, Custodio de Nuestro Señor Jesús:

San José, ruega a Jesús que venga a mi corazón y lo inflame de caridad.
San José, ruega a Jesús que venga a mi inteligencia y la ilumine.
San José, ruega a Jesús que venga a mi voluntad y la fortalezca.
San José, ruega a Jesús que venga a mis pensamientos y los purifique.
San José, ruega a Jesús que venga a mis afectos y los ordene.
San José, ruega a Jesús que venga a mis deseos y los dirija.
San José, ruega a Jesús que venga a mis acciones y las bendiga.
San José, haz que Jesús me done su Santo Amor.
San José, haz que Jesús me done la imitación de sus virtudes.
San José, haz que Jesús me done la verdadera humildad de espíritu.

San José, haz que Jesús me done la paz del alma.
San José, haz que Jesús me done el santo temor de Dios.
San José, haz que Jesús me done el deseo de la perfección.
San José, haz que Jesús me done la dulzura de carácter.
San José, haz que Jesús me done un corazón puro y caritativo.
San José, haz que Jesús me done la gracia de soportar con paciencia los sufrimientos de la vida.
San José, por el amor que le diste a Jesús ayúdame a amarlo de verdad.
San José, recíbeme y protégeme como tu fiel devoto.
San José, yo me pongo en tus manos, acéptame y socórreme.
San José, no me abandones en la hora de mi muerte.
Amén.
San José, ¡ruega por nosotros!

Oracion Charles de Foucould

Padre mío,
me abandono a Ti.
Haz de mí lo que quieras.
Lo que hagas de mí te lo agradezco,
estoy dispuesto a todo,
lo acepto todo.
Con tal que Tu voluntad se haga en mí
y en todas tus criaturas,
no deseo nada más, Dios mío.
Pongo mi vida en Tus manos.
Te la doy, Dios mío,
con todo el amor de mi corazón,
porque te amo,
y porque para mí amarte es darme,
entregarme en Tus manos sin medida,
con infinita confianza,
porque Tu eres mi Padre.