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PALABRA DE VIDA NOVIEMBRE DE 2024. «Esta viuda, en cambio, ha echado todo cuanto poseía, todo lo que tenía para vivir» (Mc 12, 44).

Estamos en la conclusión del capítulo 12 del Evangelio de Marcos. Jesús está en el templo de Jerusalén; observa y enseña. A través de su mir...

sábado, 20 de marzo de 2021

MIGUEL LOBATÓN. Partió al Paraiso en Cádiz el 20 de Marzo de 2021

 Ha sido un persona con una ternura especial... una persona que amaba...una persona que deja una huella que no se borrará jamás para los que le hemos tenido la suerte de conocerlo. Presentaba las Mariápolis de una manera muy especial. Siempre sacaba un sonrisa de las personas...

Damos gracias a Dios por su vida, ya ha llegado a esa Mariápolis que tanto amaba y nos hacía amar. Y en este último tiempo, debido a la enfermedad, con un amor exclusivo a Jesús Abandonado.

SEMBLANZA

MIGUEL LOBATÓN SÁNCHEZ DE MEDINA

20 noviembre 1944 – 20 marzo 2021

 Miguel nació en Villamartin (Cádiz) un 20 de noviembre de 1944,  es el 4º hijo de Pedro y Rosario, una familia numerosa cargada de valores, donde se formó su religiosidad.

 Su adolescencia transcurre en un internado donde curso el bachiller, vacaciones en familia…, humus en el cual nace en él el deseo de ser sacerdote. Ingresa en el Seminario Mayor de Sevilla, donde empieza el descubrimiento de la filosofía al mismo tiempo que crece su relación cada vez más estrecha con Dios y su amor por la Sabiduría. Ciertamente fue un periodo no exento de pequeñas crisis, dudas que lo iban forjando humana y espiritualmente.

 Uno de sus amigos más íntimos en el Seminario le habla un día que había conocido durante el verano a unas personas que “¡vivían el Evangelio!”. Su sorpresa le motivo a participar en el verano siguiente a una convivencia “la Mariápolis” organizada por el Movimiento de los Focolares. Los primeros días fue muy escéptico, se resistía a pensar – son palabras suyas – “que aquello tan sencillo como amar fuese posible”. Pero bastó un pequeño gesto de atención al que estaba a su lado para que todo se derrumbase y entrara en su vida una bocanada de aire fresco, experimentando un amor personalísimo de Dios hacia él.

 Posteriormente le invitan a participar en una escuela internacional para seminaristas en Roma, fue en este contexto que vive un hecho que cambió el rumbo de su vida. Visitando la Ciudadela Internacional del Movimiento de los Focolares en Loppiano, cerca de Florencia (Italia). Le impacta la elección totalitaria de los focolarinos que lo dejaban todo para seguir a Jesús. Miguel comentabas “Esta inquietud de elegir a Dios como ellos, me llenaba de ilusión y de incertidumbre”. Pero dio el paso y comenzó la formación en este nuevo camino. Una Palabra de Vida le da Chiara Lubich – fundadora del Movimiento- que ilumina su nueva andadura: “El niño crecía y se fortalecía…”

 Después ese periodo forma parte del focolar de Madrid,  vuelve a Roma para concluir su licenciatura en filosofía, regresa nuevamente a Madrid, después estará en el focolar de Sevilla, Madrid, Vigo, Valencia y  tras su jubilación en 2010, su último destino, nuevamente Sevilla.

Es difícil resumir una vida tan intensa como la que ha vivido Miguel en pocas líneas, quisiéramos poner de relieve algunas pinceladas extraídas de sus anotaciones a lo largo de su Santo Viaje en esta tierra, que nos ayudarán a conocerlo más profundamente:

 “Ser otro Jesús” es nuestra mayor aspiración.

No sé por qué siempre he imaginado este ser Jesús en su edad adulta…y, por qué no pensar en ser “Jesús niño” pequeño, frágil, dependiente, indefenso, necesitado de todo. No habla, no obra… y sin embargo es Jesús, es Dios que se mete en la piel del hombre”.

“Un dolor indefinido penetra en el alma, no se comprende el por qué, nos hiere y entristece…nuestra naturaleza, hecha para la felicidad, lo percibe como algo extraño y lo rechaza.

Solo lo podemos llevar cuando descubrimos que precisamente, en este recinto íntimo de sufrimiento, habita Dios. Es irreconocible a los ojos humanos,  tampoco los judíos reconocen a Dios clavado en la cruz. Nos queda, aunque cuesta, permanecer como María a los pies de la cruz o la inconsciencia de creer que en escapar está la solución”.

“Este es mi cuerpo que se entrega por vosotros…”

Antes de la misa pensaba sobre el final de mi vida con tintes un tanto oscuros. Tantas veces me ha confortado la confianza, de que, sean como sean las circunstancias,  no me  faltará la gracia  del momento. Hoy “este es mi cuerpo…” lo he sentido referido a mí. La meta última por la que tengo que pasar es “que se entrega  (mejor, me entrego) por vosotros”. Es el vértice del mayor dolor pero, también, del mayor Amor. Esta quisiera que fuese la medida de mi amor, el resto son solo escalones para llegar ahí”.

 Apenas fue comunicada la noticia de su fallecimiento por el Centro Internacional para los focolarinos, muchos han sido los mensajes que nos han llegado de todo el mundo, poniendo de relieve la huella que ha dejado en muchos, tanto por su amor concreto como por su amor por la sabiduría.

“Fue mi primer responsable de focolar en Sevilla (1979/1981), después de la Escuela de Loppiano. Personalmente le estoy inmensamente agradecido por su corazón generoso, su sabiduría y su humildad que le hacía ir más allá de cualquier sentimiento de insuficiencia que conlleva la vida humana con sus limitaciones”.

Augusto Parody (Roma)

“Tenía la capacidad de hacerte caminar hacia Dios, de enfocarte al Amor. Y todo en la sencillez, en lo cotidiano, en la aparente normalidad detrás de la que había mucho amor concreto, mucho esfuerzo por vencer cansancios, desánimos, juicios...

Hoy, pensando en él, me da mucha alegría darme cuenta que no forma parte de mi pasado, sino de mi presente y que el sentimiento de gratitud no se agota”.

Agustín Laguna (Madrid)

“Muchos momentos son recordados desde la experiencia de acogernos, de su donación continua, de su capacidad de olvidarse de sí, para estar pendiente de cada uno de los jóvenes que íbamos a su casa. A veces, por su estado de salud, se podía intuir que sus fuerzas humanas estaban al límite. Sin embargo, florecía la confianza, la humildad de saber por encima de nuestras fuerzas limitadas y capacidades, todo, todo, está en las manos del amor del Padre”.

Chema López (Córdoba)

 “Teníamos una relación muy profunda desde que nos acompañaba en el grupo de jóvenes. Un gran focolarino, muy sensible a la unidad y de enorme espesor espiritual. Sufrió mucho con la salud, pero su anclaje en Jesús Abandonado era esencial. Lo recuerdo con gran alegría y conmoción.

Diré la misa por él”.

Jesús Morán (co-presidente del Movimiento de los Focolares)

 Y podríamos seguir, pero sería interminables los testimonios que nos están llegando, quisiéramos concluir dando la palabra de nuevo a Miguel que no hace mucho nos decía:

 “No olvidar que cada momento de la vida tiene una gracia particular y que el avanzar en edad “es más bello aún. De todas formas, a cualquier edad, es oportuno estar desapegado de todo ya que no sabemos el día ni la hora”.

Él ha conocido ya “su hora” y confiándolo a María, Madre la Unidad, le pedimos que nos ayude a seguir a nosotros hacia la nuestra.

 Gracias Miguel por el don de tu vida.