Ven Señor Jesús, apresúrate a venir!
El mundo entero no resiste más.
Una noche oscura ha caído sobre él.
La estrella cometa ha desaparecido del cielo azul.
¿Quién nos guiará ahora a Belén para encontrar al Príncipe de la Paz?
¿Quién nos ayudará a reavivar en los corazones
la llama de un amor que arde y se convierte en arte?
¡¡Es Navidad!! ¡¡Vuelve, vuelve Señor Jesús!!
Queremos acogerte como nunca hemos hecho antes.
Queremos reconocerte, hoy más que ayer, en los que sufren, en el pobre, en el solo, en el desesperado, en el enfermo, en el abandonado.
Concédenos escuchar el grito
de quien no tiene esperanza,
de quien ya no cree.
Concédenos ser personas de paz.
Infúndenos coraje.
Danos audacia para hacer eco a los ángeles
y, como ellos, anunciar alegría, esperanza, serenidad, fraternidad.
Deseo a todos que podamos vivir así.
(Margaret Karran)