La disposición de amar, cuando amar significa servir, no depende del tiempo ni de una buena ocasión, no depende de sentimientos ni de afinidades, sólo depende de decisión. Yo quiero, yo puedo amar.
Significa esforzarse para continuar amando cuando el cansancio se hace sentir, cuando la salud falta, o cuando el desánimo es más fuerte que la voluntad.
Significa esforzarse por amar cuando la incomprensión nos golpea, cuando las fuerzas contrarias al bien quieren bloquearnos o cuando somos víctimas de la traición.
Significa esforzarse para amar cuando nos sentimos inmovilizados por la maldad que nos rodea, y cuando nos identificamos con Jesús crucificado y abandonado, que aunque estaba herido y sufriendo, perdonó a todos, acogió con misericordia al ladrón crucificado a su lado, confió su madre a Juan, y finalmente, entregó su espíritu en las manos del Padre.
El amor constante y total lleva siempre a la resurrección.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento