En realidad, hablamos siempre desde el corazón, aun sin pretenderlo, y los demás lo notan. Por eso es importante cuidarlo, para que "no se nos vaya la lengua", esclavos de nuestras pasioncillas. Hablar sin amor no construye y hace daño. (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Tratemos de llenar nuestro corazón de mucho amor, para que este amor desborde en palabras y acciones, expresando sólo el bien.
La razón nos ayuda en el discernimiento, pero es el corazón que nos lleva a actuar.
Tratemos de alimentar los buenos sentimientos, que nos traen paz; que nos guían en los caminos de la concordia; que consolidan entre nosotros el amor recíproco.
Cuando sentimos que nuestro corazón está lleno de amor y de buenos sentimientos, podemos hablar, llevando al mundo la fe y la esperanza.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento