Lejanas físicamente tal vez, que no debieran serlo espiritualmente. Porque no es la vecindad física lo que nos hace amigos, sino la vecindad del corazón y esa voluntad de Dios sobre nosotros de que "viajemos" juntos. (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Una amistad verdadera y sincera es un tesoro en nuestra vida.
Hoy la tecnología nos ayuda a acortar las distancias. Podemos cultivar las amistades distantes, desde el punto de vista físico, a través de los modernos medios de comunicación.
También podemos ir en busca de esos amigos y amigas que se han distanciado a pesar de estar cerca. Tal vez incluso por nuestra “falta de tiempo”. Sin embargo, el tiempo es una cuestión de prioridad. Y las amistades son una prioridad.
Un reencuentro siempre es una alegría para ambos. Vale la pena volver a cultivar las amistades de las que por cualquier motivo nos distanciamos.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento