Solo del cielo puede venir. Solo mirando a los ojos del Niño que nos ha nacido, entenderemos algo de la gravedad de tanta pelea insensata y aprenderemos a mirarnos con amor y respeto y misericordia. (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Para no idealizar un momento futuro en el que podremos estar en paz con todos, debemos empezar a construirla con aquellas personas de nuestro convivir diario: en la familia, en el trabajo, en el tránsito, en la escuela, con los amigos.
Evitar roces, pensar antes de hablar, ejercitar la paciencia, son actitudes que promueven la paz en nuestro día a día.
Saber escuchar a las personas, valorar sus puntos de vista y sus opiniones, aceptar la variedad y la riqueza de las diferencias en el grupo, propiciar momentos de compartir, son actitudes que promueven la paz a nuestro alrededor.
No dejemos que el sol se ponga sobre nuestros agravios, perdonemos a todos los que nos han ofendido. Al día siguiente, tendremos una mirada renovada y veremos al otro como Dios lo ve: completamente nuevo.
Así se construye la paz.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento