"¿Dónde estás?", pregunta Dios a Adán, que se ha escondido, y me pregunta mí. ¿Esconderme por qué? ¿Será que atribuyo a El mis males (¡qué pena!), olvidando que solo acercándome a Él es como "todo puede contribuir a mi bien"? (P.M.)
Ya reflexionamos sobre esto hace unos días. Vamos a profundizar un poco más.
Estas palabras revelan una entrega total y sincera a Dios, mostrando un corazón lleno de amor y disposición para seguir su voluntad.
Podemos imaginar una conversación nuestra con Jesús, en la que Él nos pregunta: “¿Me amas?”
Nuestra respuesta debe ser la misma que la de Pedro: “Señor, tú lo sabes todo; sabes que te amo” (Jn. 21,17). Y podemos añadir: ¡Aquí estoy!
Entregarse a Dios es un acto de confianza, en el que ponemos nuestra vida, decisiones y caminos en sus manos, reconociendo su amor por nosotros.
Es aceptar que Dios sabe todas las cosas y tiene el control, sobre todo, incluso cuando no entendemos lo que está sucediendo a nuestro alrededor.
Es buscar obedecer Sus enseñanzas, vivir de acuerdo a Su voluntad y poner Sus prioridades por encima de las nuestras.
"¡Aquí estoy!" implica renunciar al control y a la propia voluntad para decir como Jesús: “No se haga mi voluntad, sino la tuya” (cf. Lc. 22,42).
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento
Entrada principal
PALABRA DE VIDA JUNIO 2025 «DADLES VOSOTROS DE COMER» (Lc 9, 13)
Estamos en un lugar solitario cerca de Betsaida, en Galilea. Jesús está hablando del Reino a la muchedumbre. El maestro había ido allí con l...
-
Ha sido un persona con una ternura especial... una persona que amaba...una persona que deja una huella que no se borrará jamás para los qu...
-
EL GEN ROSSO - INTERNATIONAL PERFORMING ARTS GROUP nace en 1966 en Loppiano, una pequeña localidad en las colinas toscanas, cerca de Flore...
-
Oración de Chiara Lubich: Te quiero no porque he aprendido a decírtelo, no porque el corazón me sugiera esta palabra, tampoco porque la fe m...