Si era lógico "en casa" vivir todo en común, asomarnos a las dolorosísimas privaciones a que están sometidos tantos hermanos en la Familia humana ¿no nos obligará a revisar cada día nuestra manera de vivir y consumir? (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Podemos disfrutar de las alegrías de esta vida con sobriedad, cuando entendemos que la verdadera felicidad está en Dios.
Podemos encontrar satisfacción en un encuentro fraterno, en la música, en el arte, en el contacto con la naturaleza, en la oración, en muchos placeres que a veces no son tan valorados.
Necesitamos muy poco para vivir intensamente en el momento presente. La experiencia del amor llena todas nuestras necesidades.
Cuando amamos, Dios se manifiesta. De hecho, Él y su hijo Jesús, hacen su hogar en nosotros. (Cf. Jn. 14,21-27)
No hay mayor sobriedad y satisfacción que esta: vivir en intimidad con Dios.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento