Es la fuerza de la vida esa fe, y también un ejercicio. Como el vuelo se aprecia solo volando, el Amor de Dios lo sentiremos solo amando: personas y circunstancias son ocasiones de "vuelo" que iluminan la fe en el Amor. Dios es Amor. (P.M.)
Una cosa es creer en Dios, otra cosa es creer
también en su amor.
Creer que todo lo que me sucede es para un bien
mayor.
Creer que su amor me rodea día y noche.
Al amanecer su amor inunda mi día con la luz del sol,
con los colores del día en las personas que encuentro; en la salud que tengo y
no percibo; en la enfermedad que me visita y hace que me entregue en sus manos.
En las barreras a ser superadas y que me dan la
fuerza; en las alegrías bien dosificadas que fortalecen; en los nuevos
descubrimientos que me acercan a Él.
Durante todo el día puedo componer un himno de
agradecimiento al amor exclusivo e infinito de Dios por mí.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento