Es como un "botoncito" que aprieto yo mismo: soy generoso con mi prójimo (que es siempre un hijo de Dios), y automáticamente la satisfacción y el reconocimiento de Dios Padre prende su Luz y su Felicidad en mi corazón. (P.M.)
Esta frase de Jesús es un profundo examen de conciencia para nosotros. Nos recuerda que de la manera en que juzguemos a los demás, también seremos juzgados. Y aún más rigurosamente.
Por lo tanto, vale la pena descubrir lo positivo que existe en cada persona; resaltar sus cualidades y reconocer su valor.
Estemos atentos, no sólo en la relación directa con las personas, sino también a través de los medios de comunicación, principalmente con las llamadas redes sociales.
Por estos medios circulan muchas mentiras bien elaboradas, que nos llevan a formular juicios, y muchas veces severos.
La búsqueda de la verdad es el mejor modo para que podamos usar la medida correcta para nosotros y para los demás.
Si la medida es buena para mí, es buena para todos, y va en aumento.
Vivamos la frase de hoy por su lado positivo! Y todos seremos muy felices.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento