A eso nos llama la fraternidad universal. Cuando empezamos a "anteponer los intereses comunes a los propios y no los propios a los comunes", decía san Agustín, es señal de que estamos adelantando en la virtud. (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Todas nuestras acciones influyen positiva o negativamente en el ambiente donde vivimos.
Es conveniente que tengamos actitudes proactivas pensando en el bien de todos, porque así, nosotros también seremos beneficiados.
Un pequeño ejemplo: una persona que deshecha la basura de manera correcta está colaborando con la limpieza pública, con una apariencia más hermosa de su ciudad; colabora con la preservación de la naturaleza, ayuda a las personas que trabajan con el reciclaje, previene la propagación de enfermedades, etc.
Colaborar para el bien común es un compromiso con la comunidad donde vivimos, es un estilo de vida saludable, es el cuidado de nuestra casa común.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento