Libres, generosos, abiertos, buscando solo que "todos seamos uno". En el corazón habita nuestra fe en Dios ("se cree con el corazón"); y Dios (a Quien no es posible engañar) no consiente el desamor, las antipatías, los rencores... (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Es duro decir eso, pero es verdad. Dios es misericordia infinita y su amor cubre todas nuestras faltas con su perdón. Si no hacemos lo mismo con nuestros hermanos perderemos mucho de nuestra semejanza con Él.
Jesús hace la comparación de la vid con los sarmientos. Si Él es la vid y nosotros los sarmientos, recibimos la savia que brota del tallo y todo lo que contiene.
Si una rama no recibe la savia, se seca y muere.
El perdón hace parte de la vida de Dios en nosotros. Quien lo ejercita tiene el corazón tranquilo y en paz, y produce muchos frutos de bondad, mansedumbre y armonía.
Quien logra perdonar con sinceridad de corazón, logra dar todo a Dios, porque ya ha dado lo que más le cuesta.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento