Cada momento es un regalo que la vida nos ofrece. Debemos acoger el momento presente como una perla preciosa muy valiosa.
No es casualidad que se llame “presente”, porque realmente es un regalo actual y no podemos desperdiciarlo.
En el momento presente está toda la vida y todo el amor. Es decir, toda la esencia de Dios, porque Dios nos da la vida y Dios es amor.
Cuando logramos captar el inmenso valor del momento presente, descubrimos nuestra capacidad de vivir el amor como una virtud que nos conecta directamente con Dios. Y por lo tanto, estamos conectados al pasado, al presente y al futuro. En resumen, el amor nos une a la eternidad.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento