"Cuanto más ardiente sea nuestro amor, mayor será nuestra alegría, y tendremos mucha para repartir por el mundo. Jesús vino al mundo por amor, y para comunicarnos su alegría. No dejes pasar ningún momento sin amar y no habrá un solo momento sin alegría". Chiara Lubich Viaje al cielo, pag 68
Muchos se lo hemos pedido a Dios esta mañana: "estrenar claridad de corazón". Todo se aclara cuando se sabe lo que hay que hacer: dar, dar siempre, en toda circunstancia. Así nos hizo Dios: donadores. Como es Él. (Padre Manolo Morales o.s.a.)
El milagro de compartir. Cuando compartimos, poco es suficiente para muchos. Es el milagro de la multiplicación de los panes que se repite. Lo que significa que con un poco de cada uno se puede hacer un gran proyecto.
Ofrecer ayuda, tiempo, dinero, amistad, compañía, escucha. No importa, El hecho es que nos sentimos felices cuando damos algo de nosotros. Y quien ya experimentó hacerlo con alegría, descubre que esta alegría es más grande que cuando recibimos.
Debemos dar no según nuestra imposibilidad, sino según la medida de nuestro corazón; es decir, darlo todo, darnos a nosotros mismos, porque Dios ama a quien da con alegría. (Cf. 2Cor. 9,7)
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento