"Cuando estamos abrumados por la ansiedad por alguna situación que sentimos que sobrepasa nuestra fuerza, o por la angustia que nos paraliza, recordemos las Palabras de Jesús: 'Venid a mí, todos los que estáis cansados y lleváis cargas pesadas... Al lanzar todas nuestras preocupaciones sobre él, veremos que la paz regrese y con ella la solución a nuestros problemas. " Chiara Lubich
No precisamente ni solo porque pueda hacer milagros y salvarnos de los problemas de la vida, sino porque su mano providente nos lleva a "gestionarlos" madurando nosotros, fortaleciéndonos, y encontrando a todo su sentido. (Padre Manolo Morales o.s.a.)
En tiempos de adversidad e incertidumbre, es fácil sentirnos frágiles e impotentes. Sin embargo, como personas que creen, sabemos que nuestra fuerza no viene de nosotros mismos, sino de Dios. Él es nuestra roca, nuestro refugio y nuestra salvación.
Quien confía en la fuerza del amor de Dios, mantiene la calma en medio de la tormenta, tiene el coraje de enfrentar los desafíos, siempre tiene esperanza, recibe el don de la sabiduría para tomar las decisiones correctas.
“Por eso, no nos desanimamos: aunque nuestro hombre exterior se vaya destruyendo, nuestro hombre interior se va renovando día a día.” (2Cor. 4,16)
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento