Recuerda, yo estoy contigo siempre, hasta el fin de los tiempos. (Mt 28:20)
"Jesús está vivo en su Iglesia. ¿Pero dónde podemos conocerlo? ¿Cómo podemos encontrarlo? Él está aquí, a mi lado, a tu lado. Está escondido en los pobres, en los niños pequeños, en los que son despreciados o enfermos, en los que piden consejo o privados de su libertad. Está en los marginados por la sociedad. "
Chiara Lubich
Librándonos del veneno de "unos contra otros, unos enfrente de otros". Nuestro horizonte es el sueño de Dios, un mundo unido, romper distancias, avanzar juntos. Sin acercamiento, respeto y amor mutuos, no se avanza, se retrocede. (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Podemos ayudarnos a cargar las cruces unos de los otros, pero algunas cargas, a veces pueden parecer intransferibles. Por ejemplo: el dolor de perder a un ser querido.
Lo más importante es hacer sentir cercanía, solidaridad, fraternidad.
El amor de Dios es lo único que verdaderamente puede aligerar nuestras cargas. Seamos sus instrumentos y llevemos este amor a los demás, con generosidad y disponibilidad.
El alivio que podemos dar al prójimo no siempre es resolver sus problemas, sino ayudarlo a llevar sus cargas. Ofrecerle nuestra disponibilidad y nuestro tiempo para estar a su lado; rezar con él y por él; "hacernos uno" con él en su dolor.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento