Con tacto y discreción; sin invadir su mundo interior. Que nuestro ofrecimiento de ayuda sea luz respetuosa que alivia y sosiega y no abruma, que genera confianza y despierta la disposición a madurar y crecer juntos. (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Cuando ayudamos a alguien a llevar una carga, no sólo estamos ofreciendo nuestro tiempo y energía; Estamos compartiendo nuestra humanidad.
Las personas llevan distintas cargas, ya sean emocionales, físicas o mentales, y el simple acto de ofrecer un hombro amigo o una palabra reconfortante puede marcar la diferencia.
Además, al aliviar las cargas de los demás, aprendemos más sobre nosotros mismos y el mundo que nos rodea.
Este gesto de amor y solidaridad nos enriquece y nos hace más generosos y comprensivos.
En esencia, cada pequeña ayuda que ofrecemos a los demás es como un rayo de luz que ilumina su camino, pero también ilumina el nuestro, porque un día podemos encontrarnos en la misma situación. Y la luz del amor entregado seguirá con nosotros.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento
Entrada principal
PALABRA DE VIDA JUNIO 2025 «DADLES VOSOTROS DE COMER» (Lc 9, 13)
Estamos en un lugar solitario cerca de Betsaida, en Galilea. Jesús está hablando del Reino a la muchedumbre. El maestro había ido allí con l...
-
Ha sido un persona con una ternura especial... una persona que amaba...una persona que deja una huella que no se borrará jamás para los qu...
-
EL GEN ROSSO - INTERNATIONAL PERFORMING ARTS GROUP nace en 1966 en Loppiano, una pequeña localidad en las colinas toscanas, cerca de Flore...
-
Oración de Chiara Lubich: Te quiero no porque he aprendido a decírtelo, no porque el corazón me sugiera esta palabra, tampoco porque la fe m...