¡De cuánta felicidad me privo cuando el ruido del día y las ocupaciones me hacen olvidar que Dios está pendiente de mí! ¿No sabe el corazón vivir con Él, sentirle íntimo, y presente también en cada persona que encuentro, en cada circunstancia? (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Y debemos testimoniar su amor, para que los demás crean.
Es fácil creer en ese amor, cuando somos agraciados por el éxito de nuestros proyectos. Incluso si a veces nos olvidamos de agradecer.
Pero, es mucho más difícil reconocer ese amor cuando estamos en el dolor.
Dios no permite nada que no sea para un bien mayor. Y cuando estamos en medio de la oscuridad, si perseveramos en la fe, veremos su luz aún más intensa.
De hecho, no se ve la utilidad de encender una vela delante de la luz del sol, sin embargo cuando está oscuro, su luz nos permite caminar sin tropezar.
Es en los momentos más difíciles que el testimonio del amor de Dios por nosotros convence. Fue clavado en una Cruz que el Amor venció a la muerte y venció al mundo.
Allí está el testimonio del amor extremo, el amor de un Dios por todos y cada uno.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento