¿Puedo ver yo en cualquier persona, amigo o enemigo, alguien "prójimo" (cercano), a quien prestar respeto, consideración y estima? Sí, con el amor de Dios en mi corazón. Y esa Luz es la Verdad que cambia el mundo. (Padre Manolo Morales o.s.a.)
No puedo hacer distinción de quien merece o no ser amado. Mi parte consiste en amar realmente a todos.
Esto es posible cuando reconozco la presencia de Jesús en cada persona.
De hecho él dice: “Cuando lo hicieron con alguno de los más pequeños de estos mis hermanos, me lo hicieron a mí.” (Mt. 25,40)
El concepto de prójimo es bivalente: puede ser que el otro necesita de mí ayuda y puede ser que el otro me ofrece su ayuda. Es de esta manera que el amor se vuelve recíproco, y el otro será siempre mi prójimo.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento