¿Es mucho pedir a los hijos una íntima unión con sus padres? ¿Y Dios, que es Padre, tendrá que conformarse con algún que otro saludo fugaz? ¿Quién, si no Él, pondrá "calor de vida en el hielo" de tantas relaciones humanas? (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Para privilegiar una relación personal, no debemos pensar en complacer a la persona, sino en tratarla con caridad y en la verdad.
Si amamos a los demás por ellos mismos, ese amor no es suficiente y genera insatisfacción, pero si los amamos por Dios, cada uno se sentirá amado con un amor exclusivo, personal y duradero. Esto vale para todas las relaciones, aunque algunas tengan algo más, como el amor conyugal o filial.
Tratemos de privilegiar la relaciones personales y dejemos los contactos virtuales solo como refuerzo para fortalecer la comunicación entre nosotros.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento