Lo necesita el alma como el comer: tras el aroma de las flores, el silencio de la montaña o la inmensidad del mar, percibir y respirar la Armonía a la que Dios nos llama, el Amor que une, la Paz que refleja lo Infinito. (P.adre Manolo Morales o.s.a)
Sin embargo, si hay discordia entre nosotros, ya nada tiene sentido. Ni siquiera el paisaje paradisiaco que nos rodea.
Quién es amante de la naturaleza también es amante de las relaciones de caridad recíproca, quien descubre la belleza de uno, descubre también la belleza del otro.
La belleza en la naturaleza se aprecia en toda su fuerza, cuando antes de descubrirla, descubrimos la belleza en nuestras relaciones.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento