No solo no queriendo el mal para nadie, sino deseando a todos el bien; incluso a quienes hacen el mal. Que el bien no es bien porque yo lo defienda, sino porque es en sí la luz y la felicidad. Y se siembra solo con la benevolencia. (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Damos a los demás lo que tenemos en nuestro corazón.
Tratemos de llenar nuestro corazón de amor, bondad, amabilidad.
Cuando distribuimos gentileza, cosechamos gentileza; cuando sembramos bondad, cosechamos el bien; cuando difundimos amor, transformamos el mundo que nos rodea.
No siempre seremos comprendidos por ser benévolos con todos, pero siempre vale la pena practicar el amor, porque cada gesto de amor y de bondad que hacemos, Dios lo toma como hecho a él.
Tratemos de ser buenos con todos. Incluso con aquellos que aparentemente, no merecen ser amados, pues el amor nos inmuniza contra el mal y seremos cada vez más benévolos.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento