Cuando vemos arder nuestros bosques, o desperdiciar el agua y los alimentos, o bombardear ciudades y personas, el gemido de la naturaleza nos llama a amarla y respetarla más y más como hermana que es y madre nuestra. (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Toda la creación merece nuestra atención y cuidado, para su preservación y mejora.
Somos parte de ella y no podemos herirla sin herirnos. De la misma manera, todo lo que le hacemos de bueno vuelve a nosotros.
A través de ella nos relacionamos con el creador. Desde lo infinitamente inmenso y desconocido hasta lo infinitamente pequeño e imperceptible: Su gloria está en todo, contemplada por todos, pero accesible sólo a quien penetra en sus misterios con respeto y veneración.
Podemos disfrutar gratuitamente de todos sus dones, pero no debemos apoderarnos de nada, porque de ella venimos y a ella volveremos. Y esta es la verdad que todos conocemos.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento