"Fraternidad universal: este es el gran plan de Dios para la humanidad. Él quiere que vivamos como una sola familia humana más allá de todas las inevitables divisiones, tensiones y agravios que tan fácilmente se deslizan en las relaciones debido a malentendidos y fracasos".
Chiara Lubich
Porque Dios sabía que el peor borrón que echaríamos a su imagen, serían nuestras conflictivas relaciones, nos pidió con insistencia: ¡"Ante todo, el amor intenso entre vosotros"! Ante todo. Lo primero. Nada antes de eso. (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Además de ser conscientes de que todos somos hermanos y hermanas, debemos llegar a los hechos, debemos tratarnos como tales.
La fraternidad debe ser el foco de nuestra atención.
Podemos cultivar sentimientos fraternos hacia todos, superando todo tipo de prejuicios y eliminando todas las barreras que nos impiden ir al encuentro del otro para tratarlo como hermano.
Sabemos que los mayores obstáculos para la fraternidad están dentro de nosotros, en nuestros apegos culturales, en nuestros conceptos y convicciones.
Dejemos que el amor al prójimo invada nuestro corazón y nuestra alma, de modo que vivamos por la fraternidad a lo largo de este día.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento