Debemos hacernos uno con todos los que nos encontramos para llegar a ellos dondequiera que estén y levantarlos, ayudarlos a superar sus miedos y preocupaciones, sus sufrimientos, complejos y discapacidades, o simplemente para ayudarlos a salir de sí mismos e ir hacia Dios y hacia sus hermanos y hermanas. Al hacerlo, encontraremos, junto con ellos, la plenitud de la vida y la verdadera felicidad.
Chiara Lubich
"Hacia el mundo entero". Ir, hacer el bien. Vivir no para nosotros mismos sino para los demás. "Por ellos", dicen los padres. "Todo por ellos, por los hijos". Nuestros sacrificios, nuestra vida. Esa es "la corriente" que viene del Manantial, sanea el corazón y libera de la tristeza individualista. Ir. (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Podemos cuidarnos sin desatender ningún aspecto. Sin embargo, es importante no crear una trinchera a nuestro alrededor, donde nadie pueda entrar.
Por supuesto, todos tienen derecho a su propia individualidad, pero debemos tener cuidado de no caer en la trampa del egoísmo que excluye a los demás.
La verdadera libertad está en liberarse ante todo de uno mismo, en salir de uno para ir al encuentro de todos, porque es en las relaciones donde encontramos nuestra plena realización, porque fuimos creados como don unos para los otros.
Salir de nuestra zona de confort, de nuestras trincheras, abrir nuestras propias fronteras y descubrir la riqueza del “nosotros” que sustituye al pobre y solitario “yo”.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento