"Algunas bicicletas tienen un faro que se enciende mientras estás pedaleando. Si te detienes, te encuentras en la oscuridad, pero si vuelves a pedalear, el generador te dará la luz que necesitas para ver el camino. Podemos aplicar esto a nuestra vida, basta con reactivar el amor, el amor verdadero, el amor que da sin esperar nada a cambio, y se reavivará nuestra fe y nuestra esperanza”.
Chiara Lubich
Dar buscando el propio interés, es hacer, de quien recibe, un deudor y un dependiente. En vez de amar al otro, se le priva de su dignidad de persona libre. ¡Libres nos quiere Dios! ¿No quieren así los padres a su hijos? (Padre Manolo Morales o.s.a.)
La más mínima pretensión de recibir algo a cambio de un gesto de amor practicado, elimina su valor.
Un gesto de amor puro debe estar completamente libre de correspondencia de cualquier tipo: un agradecimiento, una retribución, un reconocimiento. Nada, ningún condicionamiento antes y ninguna exigencia después.
Esta es la pureza de corazón a la que se refiere Jesús: “Felices los que tienen el corazón puro, porque verán a Dios.” (Cf. Mt. 5,8)
Que hoy día nuestro amor sea totalmente gratuito, para que seamos dignos de reconocer el rostro de Dios en cada prójimo necesitado.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento