¿Quién no ha experimentado que el egoísmo nos empobrece y enferma? Si purifico mi corazón, la Luz de la Verdad me indicará que solo amando encuentro la plenitud, y pasa por mí la Riqueza de Dios, el Dador Supremo. (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Dar no solo cosas, sino, dar nuestro tiempo, los talentos, todos los dones que puedo decir “míos”; sacrificarse porque cuando hago morir mi “yo” para a amar al otro, me estoy inmolando en sacrificio; renunciar al egoísmo para pensar en el bien del otro.
Cada gesto de bondad que puedo practicar es una donación y, por lo tanto, amor.
Todo pensamiento bueno que me lleva a actuar en favor de alguien, es amor.
Cuando dejo que mi sensibilidad fluya junto con mi creatividad, mi amar es dar.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento