Que todo en nosotros sirva. Para todos. Esta Familia humana nuestra no funcionará nunca con servidores de sí mismos. Cuantos más seamos verdaderos servidores de los demás, más el mundo será de Dios y verá la luz. (Padre Manolo Morales o.s.a.)
El servicio hecho por amor es igual al de Jesús. Él sirvió a todos sin distinción y sin exigir nada a cambio. “El discípulo no es más que el maestro ni el servidor más que su dueño.” (Mt. 10,24)
Si queremos ser discípulos de Jesús, nuestro Maestro y Señor, no podemos actuar diferente. Para nosotros basta ser iguales a Él.
Servir a cualquiera significa exactamente esto: servir a todos sin excepción de personas.
Servir sin pretender categorizar a las personas según sus méritos, sino servir a quien sea. Es decir, la persona que está a nuestro lado en el momento presente.
Servir a Jesús, reconocido y amado en cada persona.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento