"Nos resultará más fácil tener esta actitud de servicio si vemos a Cristo en cada prójimo que encontramos, ya sean nuestros empleados, nuestros compañeros o nuestros supervisores. Jesús cuenta como hecho para sí mismo todo lo que hacemos a los demás, especialmente a los más pequeños. Sirvamos siempre, sirvamos a todos y sirvamos bien”. Chiara Lubich
Cuando cuidan los padres de sus hijos, hijos y nietos, de padres y abuelos; los mayores de los jóvenes, los jóvenes de los mayores... el amor va y vuelve: señal de que fluye entre nosotros la Vida de Dios, Creador y Padre. (Padre Manolo Morales o.s.a.)
El verdadero amor da al otro lo que necesita y no sólo lo que él quiere. Es decir, servir con cuidado significa entender la necesidad de la persona y hacer todo por su bien.
Servir con cuidado, muchas veces significa hacer bien nuestro trabajo, nuestras tareas de la casa, cumplir nuestro papel de ciudadanos.
Dar a cada persona en la medida justa, como si lo hiciera para Jesús.
Hacer cada cosa sin prisa, una cosa a la vez, en el tiempo que el amor nos sugiere.
Abrazos,