Dios el primero, que dice: "estoy a tu puerta y llamo". Y los demás, sobre todo, quien vive a nuestro lado. Que las penillas de la vida no cierren nuestro corazón. Solo "nos sentiremos bien buscando el bien de los demás". (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Es muy fácil aceptar la rutina, lo común y todo lo que se asemeje a nuestra forma de ser y actuar. Sin embargo, cuando nos encontramos con algo diferente, la primera reacción es el rechazo.
El rechazo tiene varios motivos: para no tener que cambiar; para no enfrentar algo desconocido; para no tener aún más trabajo; para no tener que convivir con alguien que nos parezca un inconveniente.
Jesús aceptó como seguidores a muchas personas "diferentes": pecadores, prostitutas, ladrones, personas que no tenían buena reputación. Sin embargo, para esas personas, la aceptación fue el primer paso para un cambio radical y una nueva vida.
Tratemos de hacer lo mismo: aunque haya diferencias, intentemos ser abiertos con los demás.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento