Cómo edifica a los hijos que la madre les hable bien de su padre, y el padre, lo mismo, de la madre. Y qué poca virtud demostramos cuando vamos destacando los defectos de quien convive con nosotros. Adular, no; amar. (Padre Manolo Morales o.s.a.)
“Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios” (Mt. 5,9)
Cuando hablamos bien de los demás estamos promoviendo la paz, eliminando juicios y calumnias.
Incluso cuando sabemos que es verdad el comportamiento incorrecto de una persona, hacemos bien al no difamarla. Ciertamente esa persona también tiene cualidades que podemos contar a los demás y así crear una imagen positiva de ella.
Si necesitamos aclarar algo debemos buscarla personalmente, para resolver las diferencias y salvar la relación.
Cuando hablamos bien de los demás nos convertimos en un punto de unión entre todos, ya que sólo hablamos de cosas que llevan a la armonía.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento