Es sencillo. ¿Con lo que pienso, lo que voy a decir o hacer, estará Dios de acuerdo? Si me lo pregunto, y luego obro en consecuencia, significa que Dios es mi centro. Al margen de ese "parecer", me consideraré "descentrado". (P.M.)
"Nada te turbe, nada te espante,
Todo pasa, Dios no cambia,
La paciencia lo consigue todo;
Quien tiene a Dios nada le falta:
Sólo Dios basta." (Teresa D'Ávila)
No importan las glorias que nos ofrece el mundo, se desvanecen rápidamente; no importan los temores, ellos se pueden superar; No importan los problemas, las dificultades, el dolor, las angustias, las pérdidas y las ganancias. Nada de esto importa, porque Dios basta para nosotros.
Cuando tenemos la certeza de que Jesús está a nuestro lado en todo momento, afrontamos todas las situaciones con una fe que no vacila, con una esperanza que no se desvanece y con un amor inconmensurable.
Vamos a centrar nuestro día sólo en Dios y todo lo demás será sólo un entorno, un marco que resalte nuestro amor y nuestro conocimiento de Dios.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento