Ese fue el canto de los ángeles la noche de Belén: "Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz". El cielo la seguirá ofreciendo, pero ella no se producirá sin que nuestra "buena voluntad" acoja el poder de Dios y le obedezca. (Padre Manolo Morales o.s.a.)
"Si queremos la paz, debemos prepararnos para la guerra."
Si quiero la paz, debo prepararme para la paz; es decir, debo estar completamente desarmado. No sólo de armas físicas, sino también de mis opiniones.
Debo estar dotado de paciencia, de tolerancia, de aceptación del otro; debo cargar mi corazón sólo con perdón, misericordia y mucho amor.
Debo propagar palabras de ternura, cariño y bondad en todas las direcciones, para llegar al mayor número de personas a mi alrededor.
Debo tener la estrategia del amor mutuo como objetivo principal en todas las batallas que debo afrontar, para superar el egoísmo y el individualismo.
Preparar la paz significa ser vínculo de armonía entre las personas y hacer de la reconciliación un motivo de comunión fraterna.
Que la paz que nace en mi corazón llegue al corazón de cada persona que encuentre en este día.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento