Con corazón. ¿Pongo yo el corazón en cuanto pienso, hablo y vivo? Muchos buscamos hoy que se nos pegue algo la generosidad infinita de un corazón, el Corazón de un Hombre-Dios, Jesús, que quiere ser hermano y amigo. (Padre Manolo Morales o.s.a.)
No podemos guardar sólo para nosotros, los tesoros de Dios que recibimos gratuitamente, sino sembrarlos como semillas que puedan germinar en los corazones de todas las personas.
Poco a poco, a medida que pase el tiempo, nos sorprenderemos con el florecimiento de un nuevo mundo a nuestro alrededor. No por mérito nuestro, sino de Dios, que hace germinar y crecer la semilla del amor entre nosotros y en nuestro corazón.
¿Qué se puede hacer para que ocurra tal milagro? Hacer todo con generosidad: dar, escuchar, perdonar, amar.
Sembrar amor generosamente y esperar pacientemente a que germine y dé abundantes frutos.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento