Sin pesimismo, aceptando la cruda realidad: , somos "una naturaleza herida" que necesita de Él -"Dios con nosotros"- Sanador, Luz y Fuerza, Señor, para ser y vivir y convivir. "Sin mí no podéis hacer nada". (P.adre Manolo Morales o.s.a.)
Esto es lo que pedimos cada vez que rezamos la oración del Padre nuestro. Sin embargo, no pueden ser sólo palabras pronunciadas, deben corresponder a un deseo ardiente, a un anhelo que, como consecuencia, nos hace actuar y trabajar para que se haga realidad.
Es importante plantar las semillas del Reino en los corazones de las personas que la Divina Providencia nos confía. Plantar, regar, cultivar, hasta que florezcan.
Jesús no anunció el Reino de los Cielos sólo con palabras, sino sobre todo con hechos, con un testimonio evidente y eficaz.
Cuando decimos “Venga a nosotros tu Reino”, podemos completar con “Hágase tu voluntad”. No de una manera cualquiera, sino "así en la tierra como en el cielo".
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento