Para que todos nuestros amores tengan consistencia; para que sepamos disfrutar de todo con equilibrio, sin idolatrar a personas y cosas. Es Dios el Dador de todos los bienes; por eso rezamos: "Eres tú, Señor, mi único Bien". (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Sin dudarlo puedo decir que el regalo más grande de Dios fue su Hijo Jesús, que se encarnó, vivió entre nosotros asumiendo nuestra condición, sufrió y murió por nosotros. Nos amó con un amor extremo que lo llevó a dar su vida por cada uno de nosotros.
Por tanto, el mayor regalo de Dios fue Jesús y nuestro mayor Bien es Jesús. De hecho, Jesús crucificado, presagiando la resurrección y la gloria del Padre, es nuestro Único Bien.
¿Cómo podemos corresponder y aumentar nuestro amor por Él?
Reconociendo su rostro en cada persona que sufre y necesita de nuestra ayuda: en cada pobre, en cada enfermo, en cada persona angustiada, sola, desesperada; en cada persona agraviada, débil, prisionera de sus vicios.
Podemos crecer en el amor por cada prójimo y, así, creceremos en el amor por nuestro Único Bien.
Abrazs,
Apolonio Carvalho Nascimento