Si hablar de la propia madre y recordarla como el PILAR afectivo de toda nuestra vida, es uno de los mayores gozos... ¿que la Madre de Dios sea también Madre nuestra no es el culmen de la alegría? Hoy la compartimos. (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Creo que es un sentimiento natural querer compartir alegrías, especialmente con las personas queridas: familiares y amigos.La mayor alegría que deseo compartir con todos es la certeza de que Dios me ama inmensamente. Y que ama a todos de la misma manera.
El amor de Dios en mi vida es causa de alegría eterna, que nada ni nadie puede quitar de mi corazón. Y lo llevo a todas partes, compartiéndolo con quien me encuentro, con todos los que se cruzan en mi camino.
Como consecuencia de esta gran alegría, todas las otras alegrías que la vida me brinda, yo las vivo de manera intensa, haciendo que se multipliquen al compartirlas con los demás.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento