Es aviso de sabios de todos los tiempos: vivir bien en la realidad, el presente; por nuestra propia salud. ¿A quién no le acecha el peligro de darle vueltas al pasado inútilmente o de adelantarse angustiosamente al futuro? (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Las expectativas del futuro pueden desviar la atención del presente, porque pueden generar preocupaciones y especulaciones irreales.
Recordar el pasado puede distraernos la atención del presente por causar diferentes tipos de emociones: recuerdos felices o tristes, o incluso arrepentimientos.
La única manera de remediar el pasado y construir el futuro es vivir bien el momento presente. No puedes cambiar el pasado, pero sí puedes cambiar el futuro desde el presente.
Por tanto, la atención debe estar totalmente centrada en el momento presente de la vida.
Al vivir intensamente el amor en el presente, se cubren los errores del pasado y se fundamentan los aciertos del futuro.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento