Amar a Dios "sobre todas las cosas" nos exigirá más de una vez en la vida "saltar por encima" de un imprevisto, un contratiempo, una dificultad sobrevenida, para seguir amando. ¿No es simpático el canguro andando a saltos? (Padre Manolo Morales o.s.a..)
Podemos correr el riesgo de esquematizarnos rigurosamente y cerrarnos así a nuevas oportunidades y posibilidades de crecimiento, tanto individual como colectivo.
Debemos ser prudentes, pero debe ser una prudencia guiada por la caridad y no una falsa prudencia que nos impida conocer mejor a las personas y amarlas como realmente necesitan.
Jesús criticaba a los fariseos y doctores de la ley por su rigor, que los hacía caer en la hipocresía.
Vamos más allá de nuestros esquemas, para estar abiertos a lo nuevo y para que podamos amar más y mejor a nuestro prójimo.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento