Los que aman se controlan a sí mismos y son gentiles, mansos y pacientes. "
Chiara Lubich
Es el estilo de los hijos de Dios, la mansedumbre, el trato apacible y bondadoso que genera confianza y aprecio. Nada de malos modos. ¿No es verdad que "se cazan más moscas con una cuchara de miel que con un barril de vinagre"? (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Hay gente que confunde docilidad con omisión.
Con docilidad aprendemos a decir nuestra opinión sin herir a los demás y sin omitir la verdad. Y sobre todo, sin que falte la caridad.
La omisión es cuando no hablamos por miedo a la reacción del otro, cuando cerramos los ojos ante las injusticias, cuando callamos delante de la violencia.
La docilidad es una expresión de amor y por tanto es creativa.
Con mansedumbre decimos la verdad al otro sin humillarlo ni causarle vergüenza.
La docilidad y la humildad son dos características llamativas de la personalidad de Jesús, y debemos aprender con Él a vivirlas en todas nuestras relaciones interpersonales.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento