Es sin duda lo mejor de nosotros mismos, aunque no siempre aparezca: una especie de instinto que nos lleva a dar, a ofrecernos.... Algo que nos produce una sensación de plenitud. Somos hijos del Amor. Y amar es dar. (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Siempre tenemos algo que podemos dar a los demás.
Además de los bienes materiales, podemos dar una sonrisa, nuestra comprensión, nuestro tiempo, nuestra disponibilidad, nuestro perdón. Podemos darnos a nosotros mismos en pequeños gestos.
El gesto en sí puede ser pequeño, incluso mínimo, pero su valor se mide por cuánto amor ponemos en ese gesto.
Un pequeño souvenir traído de un viaje puede que casi no tenga ningún valor material, pero el hecho de haber recordado a la persona es lo que le toca el corazón.
Por último, siempre podemos dar nuestro amor de forma libre y sincera, el cual puede expresarse en pequeños o grandes gestos.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento