¿Qué cambiaría si, ante cada persona con la que me relacione, yo me hiciera esa pregunta? ¿Más atención cordial? ¿Menos prisas al escuchar? ¿Menos juicios severos y más comprensión? ¿más amor? Probamos. (Padre Manolo Morales o.s.a.)
“No tengo oro ni plata, pero te doy lo que tengo: En nombre del Mesías Jesús, el Nazareno, camina.” (Hch. 3,6)
Fue lo que le dijo Pedro al cojo de nacimiento, y es lo que yo repetiré a cada prójimo, según su necesidad.
Puedo dar lo que tengo en mi corazón: el mismo Jesús. Su amor que invadió mi vida y que desborda para todos los que me rodean, cuando lo dejo actuar en mí.
Entonces, ¿qué puedo hacer por ti? Puedo caminar contigo. Podemos ir juntos hasta Jesús, y Él nos dará todo lo que necesitamos.
Que mi amor, que es el mismo amor de Jesús, llegue hasta ti en este día a través de pequeños gestos concretos. Incluso a través de esta pequeña reflexión.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento