No podemos dar mayor gloria a Dios que cuando hacemos el esfuerzo por aceptar a nuestro prójimo, porque así estamos sentando las bases de la comunión fraternal.
Nada da a Dios mayor gloria que la verdadera unidad entre las personas. La unidad, como sabemos, atrae la presencia de Jesús entre nosotros y su presencia lo transforma todo. Por lo tanto, acerquémonos a cada prójimo con el deseo de darles la acogida con todo nuestro corazón y de establecer el amor mutuo con ellos lo antes posible.
Chiara Lubich
Es la conexión profunda entre nosotros, que permite poner en común las experiencias más íntimas, fortalece los espíritus y nos hace sentir una presencia de Dios humana y honda. "Donde hay caridad y amor, ahí está Dios". (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Para promover la comunión hay una cierta escala de valores.
La tolerancia es importante porque favorece la convivencia.
El diálogo es sumamente importante porque favorece el enriquecimiento recíproco a través de las diferencias.
La comunión es fundamental porque nos hace una sola cosa.
De hecho, la tolerancia y el diálogo son pasos que nos llevan a la comunión.
La comunión perfecta es aquella que se basa en la caridad, el amor mutuo.
La comunión no se limita sólo a lo material, sino que abarca los talentos, las habilidades, el tiempo, el trabajo, la escucha, la oración; en definitiva, todos los aspectos de la vida.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento