Para vivirlas con naturalidad. ¿Hay algo más natural para un niño que "ofrecer" la mano a sus padres o a su hermano para no perderse o quedarse solo? Son nuestras arrogancias las que nos pierden individual y socialmente. (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Cuando ofrezco generosamente mis límites a Dios, Él los transforma con su gracia y su poder, de modo que me siento elegido y doy testimonio que, a través de mí, Él confunde a los fuertes de este mundo. (Cf. 1Cor. 1,27)
Es verdad lo que muchos predicadores dicen: “Dios no elige a los capaces, capacita a los elegidos.” Frase inspirada en las palabras de Pablo, cuando dice que nuestra capacidad viene de Dios y que es el Espíritu que da la vida. (Cf. 2Cor. 3,5-6)
Quiero ofrecer a Dios mis límites para que Él me haga capaz, valiente y fuerte en el amor.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento