Si la palabra de Dios se pone en práctica, hace milagros. Nuestros corazones se llenan de una confianza nueva e ilimitada en el amor de nuestro Padre que interviene para ayudar a sus hijos todos los días.
Sus palabras son verdaderas; si las vivimos, él también cumple su parte, literalmente.
Él nos da lo que promete: el céntuplo aquí en la tierra, la plenitud de la vida y la alegría eterna del cielo.
Chiara Lubich
Es indicación de madre: "díselo a tu padre, confíaselo a él". Cuando se habla todo en familia, se camina seguros. La Madre del cielo no quiere para nosotros una vida huérfana de Padre. Esa es la mayor tristeza de este mundo. (Padre Manolo Morales o.s.a.)
El amor de Dios nos da seguridad y nos ilumina.
Es un amor previdente y providente. Se anticipa a las necesidades y suple todas nuestras carencias, materiales y espirituales.
No hay nada mas consolador que saber que nuestro pedido será tomado en cuenta. No solo lo que pedimos, sino todo lo que realmente necesitamos.
Y Él no nos pide nada a cambio. Sólo nos enseña que al amor se responde con amor.
Sucede innumerables veces, que nuestro pedido no es el bien que Dios quiere para nosotros. Ahí es donde entra la confianza total en su amor y confiar en que no siempre nos da lo que pedimos, sino que siempre nos da lo que es mejor para nosotros.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento