Cuándo nos abrimos a lo diferente, a lo nuevo, nuestra mente desarrolla la capacidad de adaptarse y adquirimos virtudes como la tolerancia, la paciencia y la serenidad.
Tenemos la tendencia de oponernos al diferente como a un adversario. En realidad, las diferencias son verdaderas riquezas cuando las aceptamos, no como algo que nos impone cambios, sino como algo que nos hace ejercitar la tolerancia y establecer un diálogo sincero con los demás.
Acoger la diversidad significa respetar el modo de ser de cada persona, sin prescindir del hecho de qué mi diversidad también debe ser acogida, estableciendo con todos una comunión de vida y de ideas.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento